4.5.07

La derogación de tu sexo animal
el cuerpo no pretende asfixiar su sed de celo
ni provocar virginatos mortuorios
o esa inquietud de la desgracia
de la soledad en un dedo.

La noche de mi buen comportamiento
mataré al vecino de mi muerte
y convocaré un recinto nupcial
para el encuentro nuestro
florecitas de colores.

Ahora te estrello
amorfo adolorido de tu ausencia,
y goteás y goteás y goteás
en la copa con que brindo
vino añejo.

Ahora no vengás en callecita
hay camino de tierra hasta el cementerio
quemado hasta la cúspide
de la cruz más alta de las cruces
de los cielos más altos de los cielos.

La invocación de tu sexo, animal
mis manos chorrean sus dedos
vírgenes mortuorios que llenan
la copa con que brindas
vino añejo.