11.3.07

La Verdad

La verdad es que hay fantasmas de alegorías dando vueltas
la verdad es que la cabeza duele
y se come chocolate todo el día y solo chocolate todo el día.

La verdad es que esta soledad está llena de herrumbres
y corre corre corre
cómo corre de lento el universo
cuando uno está parado en el centro
y cómo se caen de los árboles
las cosas que colgaron del cerebro.

La verdad ya no te quiero, ya no te quiero niño
ya no te quiero querer.

Aquí no existen tus conejos
ni mis historias antiguas,
ni meditabundos a elevadientas de su espíritu.

Aquí no existen tus conejos, niño
ni mis verdades ni mis arrepentimientos.

La verdad es que no me escucho
no basta amanecer contentos,
aquí no se amanece al día, siempre tarde.

Tarde estás, niño, con tu conejo y tus consejos
donde la lentitud me abarca como la barca
la barca que no está, nunca estuvo, niño,
nunca estuvo la barca más que en los escritos
o en el mar.

Aquí no hay nadie ni se busca,
al que estuvo que no vuelva
que todo lo que se acerca será desconocido
o mal conocido
u olvidado al menos.

La verdad que no se esconde en mi palabra
lo que yo diga sincera
porque no me conozco ni me siento
más allá de de mi rostro
cada mañana
cada día
cada final de lo primero.

Buen día soledad, hasta luego los que anduvieron o creyeron.

Aquí no hay nadie.