Me ahorco de barullo en una esfera en alta mar, ahí donde floto y no me ahogo porque estoy colgando del barullo en que me ahorco.

Estoy erracunda de piropo a ombligo y cada palabrita me salpica la vista.
No comprendo.
Esto es donde deambulan los sinfondo, los que silban a expensas de los restos.

el chaine

Mi soledad en un centavo, no pido más.

Pido esta soledad colgada,
un alambre de púas o un tendedero
están bien.

Pido una caja guardada con cautela
debajo de un río
o envuelta en una cuerda floja
desde donde tiemble
peligrosa y altanera
aullante mi soledad.

Pido una vez esta costumbre
de cabeza en un abismo
con luz encandilante
fuerte
directa
ensordecedora.

Pido que no me hablen
mientras estoy sola
que se caigan mis tristes
mis contentos
mis ajenos.

Pido no lastimarme de regreso
aunque no vuelva
o vuelva a regresar sola.

Pido suavidad de mi deseo
rutina modelable
cuerpos varios para cada día
más zapatos.

Pongo los ojos al descuido
para que no toquen la puerta
para que crean que estoy dormida
porque no puedo pedirles
que traigan corazón.

Hasta los cerdos lloran
ante el impacto
de verse reflejados
en el fango.