19.7.06

San Salvador 2



Esta soledad soleada de contratos, de falsas alarmas, de remedios cornudos del amor. Esta esperanza aliada a la ansiedad, desahucia el caer de las tardes y el sueño que da levantarse. Este murmurar antepasados de luto y atisbar el acato, convencer hasta las hojas de cada latido.
Bordeo un anzuelo caído en un andamio de tangos, con el dulzor del cigarrillo. Anda acordonado un desengaño que se llama como yo y yo ando escondida. Así se acerca mi voz a acariciarme, con un guiño de pájaro. Y así se oyen decir los que caminan y saludan a la par.
Este voluptuoso devenir de mí misma, que me venga cuando me canta y me grita los secretos guardados. Atasco del resfrío cuando es llanto y así va uno quedándose dormida. Solvencia del cuerpo al apagar la luz.

4.7.06

San Salvador 1

El manzanal de la tristeza
huele a mi casa lejos,
hábitat de anocheceres
de otros tiempos,
de aguaceros del verdor
del jardín
de mi casa lejos.

Abierta se ciega
la mirada del anhelo
que gotea en un intento
de llorar a que amanezca,
y crece la hierba
la hierba crece en el jardín
de mi casa lejos.

En esta estancia me miente
un ardor,
cotidiano silencio
de estampida del viento,
en esta casa empapada
me doblega un suelo añejo
que quiere acariciarme
y me ensucia el pelo.

Aquí la tristeza
tiñe de negro los huesos.

Tengo el miedo de encontrarme
con el desprendimiento
y admitirle perdones
por este hedor a entierro.

Y tengo vergüenza,
anhelo,
del suspiro en que retorno
al jardín
de mi casa lejos.